Para lucir un aspecto saludable no tienes por qué pasar por ninguna sala de tortura, más bien, todo lo contrario. Aquí tienes uno de los consejos de belleza más placenteros (y baratos) que podéis aplicaros. Y, si no, juzgad vosotras mismas. Consiste en relajarse, cerrar los ojos y dejarse caer en los brazos de Morfeo al menos ocho horitas. Lo que los americanos llaman: Beauty Sleep.
Mínimos y máximos
Una de las pocas cosas en las que todos los expertos están de acuerdo es en la importancia para la salud de dormir un mínimo de 6 horas diarias. Según un estudio de la National Sleep Foudation, una persona adulta (y tú eres una de ellas), debería pasar entre 6 y 9 horas durmiendo si quiere mantener un buen estado de salud. Además, en este caso, olvídate de cuántas más horas, mejor. Y es que, en esto de dormir, también hay un tope. Ya que aconsejan no superar las 10 u 11 horas.
Lo cierto es que dormir las horas mínimas y máximas necesarias para tener un descanso reparador, tiene numerosas y valiosas consecuencias sobre nuestra salud física y mental. Pero, esta vez, nos vamos a centrar solo en sus efectos sobre la piel, y para ello, hemos hablado con el Dr. Urbà González, Director de la Unidad de Dermatología de la Clínica Go&Fer, quien aconseja lo primero de todo asegurarnos de que las condiciones para dormir sean las mejores: una temperatura adecuada y un ambiente tranquilo y silencioso.
Los beneficios de dormir “de un tirón”
¿Reconoces esa sensación de haber dormido como un bebé? Qué agradable es, ¿verdad? Pues algo parecido debe “sentir” el cutis de nuestro rostro cuando nos despertamos después de ocho placenteras horas en la cama. Así lo corrobora el Dr. Urbà, quien señala los siguientes aspectos como tres de los principales beneficios de dormir bien:
La musculatura subcutánea está más relajada.
Su aspecto es más elástico.
La circulación de la sangre mejora notablemente.
Y, todo ello, repercute en un aspecto tan saludable como atractivo del cutis de nuestro rostro.
Noches sin sueño que pasan factura
Con los calores que estamos sufriendo en este recién estrenado verano, hay noches que nos cuesta lo indecible conciliar el sueño. Damos vueltas y más vueltas en la cama hasta que, por fin, Morfeo se apiada de nosotras. Esas noches agobiantes, suelen pasar factura en nuestra piel, sobre todo, si al día siguiente nos tenemos que levantar para ir a trabajar. Algunas de las consecuencias que según el Dr. Urbà tiene el hecho de dormir poco y mal son las siguientes:
Propicia la aparición de arrugas faciales.
Favorece la pérdida de elasticidad de la piel.
Y, por último, la mala circulación sanguínea conduce a la deshidratación, así como, el exceso de circulación sanguínea, produce edemas.
Así que, con los pros y los contras a la vista que tiene sobre el aspecto de nuestra piel el hecho de dormir bien, a ver quién no se apunta a este tratamiento de belleza que lo tiene todo: efectivo, placentero y… muy barato.
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