En la actualidad, se han restringido mucho las extirpaciones de amígdalas. En general, se considera indicado en las siguientes circunstancias:
-Cuando son muy grandes (hipertrofia) y ocasionan complicaciones cardiopulmonares crónicas o la llamada apnea del sueño, que consiste en paradas de la respiración mientras se duerme.
-Por anginas de repetición; pero, para ello, deben ser diagnosticadas por el médico. Se tienen que repetir, por lo menos, 3 veces en cada uno de los tres años anteriores, o 5 veces durante los dos últimos años, o 7 veces a lo largo del último año. Además deben producir fiebre de más de 38 grados y detectarse ganglios inflamados en el cuello de más de 2 cm de diámetro.
-Si se sospecha cualquier tipo de tumor en las amígdalas.
Se considera que la eficacia es dudosa cuando se extirpan por:
-Dificultades al tragar.
-Alteraciones del habla.
-Absceso alrededor de las amígdalas (acumulación de pus).
-Ronquidos.
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