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sábado, 29 de octubre de 2016

Cómo disfrazarse en Halloween sin comprarse disfraz

Llega la fiesta más terrorífica del año y quizás todavía no tengas disfraz. No te preocupes, no tienes que ir corriendo a las tiendas a ver que encuentras porque aquí te voy a dar las suficientes ideas para que seas capaz de hacer un disfraz para Halloween sin que tengas que comprarlo.

Disfraz de fantasma

No hay nada más sencillo que un disfraz de fantasma, aunque parece una idea poco original o demasiado vista. Quizás sea así si acudes a una tienda y compras el mismo que lleva todo el mundo. Sin embargo, si el disfraz está hecho por ti, seguro que adquiere otro sentido.

Esta idea puedes utilizarla tanto para un adulto como para un niño. Sobre todo para estos últimos, les encantará ir a la fiesta o a la calle con la sensación de "ir pegando sustos".

Coge una gorra y colócala en la cabeza del revés, para que la parte de la visera quede hacia atrás. Coge una sábana y colócala por encima, cubriendo todo el cuerpo. Tendrá que arrastrar un poco en el suelo, pero no demasiado, así que corta lo que sobre. Marca los orificios para los ojos y recórtalos. Quita la sabana y la gorra y pégalos de tal manera que se quede en uno solo. Ahora dibuja la nariz y la boca, debe ser algo fuera de lo normal. Por ejemplo, la nariz puedes hacerla con dos agujeros alargados, en vez de redondos. Juega con la boca para causar sensación de terror. Si quieres un disfraz un poco más elaborado, cose la sabana de tal manera que quede cerrada por todos los lados.

Después tendrás que hacer dos agujeros para sacar los brazos. Si lo dejas como la primera opción, recuerda llevar ropa blanca debajo. Otra idea sería utilizar cortinas en vez de sábanas. De esta manera la sensación será diferente, ya que la textura de cada una no es igual. Prueba las opciones y elige la que más te guste, las dos son igual de sencillas.

Disfraces de momia

Seguimos con el blanco, porque aunque sea Halloween, este color también puede dar miedo. Para un disfraz de momia aterrador necesitas vendas, papel higiénico, cinta adhesiva y tijeras. Ahora solo tienes que empezar a enrollarlo por tu cuerpo, extremidades y cabeza.

Tienes que dejar descubierto únicamente los ojos, nariz y boca. Por el resto, deja que cuelguen algunas tiras y el resto sujétalo bien con la cinta adhesiva. Si quieres dar sensación de que la momia acaba de salir de algún lugar oscuro... mancha las vendas con alguna cera negra o marrón. Incluso puedes añadir tonos rojos como si fuera sangre. 


Disfraz de esqueleto

Uno de los disfraces más clásicos de Halloween es el de esqueleto. Además de económico y fácil, es muy divertido de hacer. Lo primero que tienes que buscar es ropa negra, tanto un jersey como un pantalón.

Después busca en internet siluetas de los huesos del cuerpo e imprímelas. Te servirán como plantillas para dibujar los huesos en el fieltro blanco. Cuando les hayas dibujado en el fieltro, recórtales.

Recuerda que el tamaño debe ser acorde con la persona que se va a disfrazar, para que cuando se peguen o se cosan los huesos queden a medida. Por tanto, ahora solo hay que ir cogiendo hueso a hueso e ir colocándoles por la ropa. La primera opción es coserles a la tela. También puedes comprar pegamento que se adhiera bien a la ropa y pegarlos.

Por último, puedes complementarlo cosiendo también una careta blanca, a modo de calavera y añadirle una goma elástica para poder ponerla y quitarla. También puedes comprar pintura especial que brille en la oscuridad y dar un toque brillante a los huesos para que se vean por la noche. 


Disfraz para embarazadas

Si estás embarazada y piensas que no hay disfraces para ti, estás muy equivocada. Hay muchas ideas originales, como dibujarte una pelota de baloncesto en la barriga y vestirte de jugadora; dibujarte algún emoticono del whatsapp divertido... Pero también hay alguno que se acerca más a la idea de Halloween: dar miedo.

Para hacer el disfrazar vas a necesitar principalmente un muñeco o muñeca de cuando eras pequeña. A continuación, elige la ropa que te vas a poner, ya sea jersey, camiseta, etc. Coge el muñeco y recorta alguna de las extremidades de su cuerpo, ya sean los brazos, las piernas, un brazo y una pierna o incluso la cabeza. Una vez cortadas, pégalas a la camiseta en la zona de la barriga.

También puedes hacer un agujero en la camiseta y pegar las extremidades en tu piel, siempre y cuando sea un pegamento adecuado. Por último, coge un poco de pintura roja y mancha la zona de la camiseta y echa algunas gotitas por las extremidades pegadas. ¡Ya tendrás a tu bebé saliendo de la barriga!

Disfraz de payaso

Es uno de los más típicos disfraces de Halloween, pero hacerlo de manera casera puede ayudar y convertirle en un disfraz único y envidiable. Por tanto, si no quieres coincidir con nadie más en la fiesta, debes pensar bien cómo hacerlo.

Puedes optar por comprar una máscara para la cara, aunque te recomendamos que la pintes, así podrás hacerlo a tu gusto. Como truco, el color blanco como base para la piel, ayudará a dar ese toque de terror. Después, pinta tus ojos y labios de manera original. Incluso puedes probar a hacer sangre casera, con pintura roja y grumitos de harina y ponerla alrededor de tu boca. Para el pelo, tampoco deberías comprarte peluca. Si quieres hacer de tu payaso más realista, cárdate el pelo, revuélvelo y píntatelo del color que prefieras ¡mañana ya quitarás los tirones!

En cuanto a la ropa, si quieres que tu payaso sea terrorífico pero elegante... ya sabes, elige un traje. Utiliza corbata y camisa blanca... aunque siempre manchada de sangre. Tampoco olvides ponerte unos guantes blancos. Si por el contrario prefieres un payaso más informal, busca toda la ropa vieja que tengas por casa, rompe algunos trozos y colócatela. Puedes ponerte incluso el pijama o chándal, para ser un payaso más alocado. 


Disfraz de hombre o mujer sin cabeza

Por último, os traigo un disfraz más complicado de hacer, pero que tampoco es necesario comprar. Si tienes tiempo, atrévete con el hombre o mujer sin cabeza, serás la sensación de la noche de Halloween.

Lo primero y más complicado es hacerte con un maniquí. Prueba en algunas tiendas si no necesitan alguno. Del maniquí solo necesitas de cintura a cuello y los brazos por lo que el resto tendrás que recortarlo. Una vez hecho este paso, ábrele por la mitad, pues solo es necesario la mitad del cuerpo, la frontal.

Ahora tienes que buscar la ropa que deseas llevar. Si eres mujer, busca algún vestido grande y antiguo. Si eres hombre, busca también ropa ancha. La mejor opción es poner el vestido desde el maniquí a tu cuerpo y hacer un agujero para meter la cabeza, más o menos a la altura de la cintura del vestido. Tendrás que pegar el cuello del vestido al cuello del maniquí. Por tanto, dentro del vestido estará tu cuerpo y el maniquí. Sujétale a tu cintura con algún cinturón.

Recuerda también que el cuello del maniquí tendrás que pintarle de rojo y dar la sensación de que está cortado. Por último, pinta tu cara de manera que parezca que ya tendrás el disfraz completo. Es complejo de hacer y lleva tiempo pero, de nuevo, es algo que puedes hacer en casa con un poco de paciencia y maña.

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