La popularización de las barbas entre la población masculina de todas las edades ha dado lugar a la emergencia de barberías 'hipster' en todas las grandes ciudades y de productos para el cuidado de esta parte peluda del cuerpo, así como al hecho de que muchos tipos que no habían ligado en su vida comiencen a resultar atractivos gracias, fundamentalmente, a que no se les ve la cara. Y también ha dado lugar a una cerveza. Sí, sí, una cerveza. Una birra. Hecha con pelo de barba. Sí. ¿Que si nos hemos vuelto locos? Pues eso parece.
A ver. Tenemos cervezas hechas con pis y con jamón ibérico, de manera que ahora no nos vamos a extrañar porque haya llegado al mercado, y con mucha fuerza, una birra elaborada, entre otros ingredientes, con pelo de barba. Y ahora viene la pregunta que nos hacemos todos: ¿con barba de quién? Pues de uno de sus creadores, John Maier, que tiene en tan alta estima sus pelitos faciales, los cuales no se afeita desde 1978, que ha considerado que el resultado tiene que ser una cerveza de lujo, cuyo precio ronda los 6 € y que puede comprarse a través de la web, pero que encontramos ya en numerosos establecimientos de Estados Unidos.
Y es que, ¿cómo no pensar en la procedencia de los pelos de la barba con la que se elabora nuestra birra? Esto nos recuerda a la compañía británica que elabora bombones con la forma de tu propio ano y que vende genéricos, también bastante caros, para que puedas regalar a tus amigos. ¿De quién es el ano con el que se hace el molde? Es lo primero que te preguntas, y amas la respuesta a esta cuestión cuando te enteras de que su creador, ante los evidentes problemas físicos para extraer él mismo un molde de su propio ano, solicitó amablemente a un señor que iba a su lado en el autobús, en Londres, si prestaría el suyo a la causa. A lo que, evidentemente, el compañero de autobús, viendo tan sumamente cabizbajo a su interlocutor, contestó que sí.
En el caso de la barba, no hay terceras personas prestando pelos, si no que es la barba del propio Maier de la que se extrae una levadura que da lugar a una esta cerveza que está teniendo mucho éxito, con un target, a juzgar por su envase, bastante definido.
La revista Scientist lo explica así: “Maier cultivó la levadura a partir de nueve pelos de su propia barba y la envió a un laboratorio en California para la prueba”. El resultado fue una levadura híbrida entre la cepa de levadura de la cervecería de Oregon (que se usa para hacer la mayoría de las ales de Rogue) y una levadura llamada "silvestre".
La incorporación de esta levadura sui generis a la llamada Beard Beer se debe a que la pequeña cervecera artesana Rogue Ales, productora de la criatura, elaboraba sus productos con cebada, lúpulo y miel procedentes de sus propias granjas. Lo único que les faltaba para elaborar una cerveza 100% casera, autoabasteciéndose, era lograr una levadura efectiva, que se adquiría a una firma comercial. Fue así como surgió la idea de utilizar pelos de barba y crear estas curiosas cervezas que se comercializan con gran éxito desde hace un tiempo en Estados Unidos.
La pregunta, al fin, acaba siendo la misma. ¿Sabe a barba la Beard Beer? Pues parece que no, dicen los que la han probado, si es que es fácil discernir a qué sabe una barba. Y no sólo eso, parece ser que es un dechado de equilibrio y sabor, una auténtica birra artesanal que va a costarte, ahí es nada, prácticamente lo mismo que un gin-tonic.
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