Todas lo tenemos, pero puedes potenciarlo y hacerlo funcionar siempre que lo desees y lo necesites.
Quizás pienses que se basa en tener un pecho 10 y un trasero superfirme o en lucir escotes de vértigo, llevar ropas tan ajustadas que te cueste respirar y andar. Bueno, a lo mejor en alguna ocasión una de estas cosas funciona. Pero tu verdadero poder de seducción es más simple y a la vez más complicado, y se asienta en dos pilares básicos: que te gustes a ti misma y que le demuestres que él te gusta a ti. Hemos descubierto estas verdades:
1. Lo que más seduce a la mayoría de los chicos es saber con certeza que gustan a una mujer.
2. Cuanto más sexy les parece una chica es cuando ella les demuestra que le pone a cien.
3. Una de las cosas que más les apasiona es que nosotras tomemos la iniciativa.
“Hay muchísimos hombres que necesitan sentirse seguros, afirma la psicóloga Elena Varela, y si no les trasmites señales de aceptación, acercamiento y deseo, empiezan a dudar y terminan alejándose”.
Todas lo tenemos, pero puedes potenciarlo y hacerlo funcionar siempre que lo desees y lo necesites.
Redacción Cosmopolitan / MM 08/02/2016
Conecta con tu poder de seducción
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Quizás pienses que se basa en tener un pecho 10 y un trasero superfirme o en lucir escotes de vértigo, llevar ropas tan ajustadas que te cueste respirar y andar. Bueno, a lo mejor en alguna ocasión una de estas cosas funciona. Pero tu verdadero poder de seducción es más simple y a la vez más complicado, y se asienta en dos pilares básicos: que te gustes a ti misma y que le demuestres que él te gusta a ti. En Cosmo hemos hecho un pequeño sondeo y hemos descubierto estas verdades:
1. Lo que más seduce a la mayoría de los chicos es saber con certeza que gustan a una mujer.
2. Cuanto más sexy les parece una chica es cuando ella les demuestra que le pone a cien.
3. Una de las cosas que más les apasiona es que nosotras tomemos la iniciativa.
“Hay muchísimos hombres que necesitan sentirse seguros, afirma la psicóloga Elena Varela, y si no les trasmites señales de aceptación, acercamiento y deseo, empiezan a dudar y terminan alejándose”.
Los primeros pasos
Cuando conoces a un chico y te gusta, no hagas como que pasas de él, pero tampoco se lo pongas muy fácil al principio. La psicóloga asegura que el juego de la seducción es siempre un tira y afloja: demostrarle que te interesa, pero también conservar un cierto misterio que le incite a querer descubrilo. Por ejemplo, si estás en un bar de copas, no disimules volviendo la cabeza o mirando a otros; mírale directamente a él y sonríele de manera insinuante para que se acerque. Pero eso sí, tampoco trates de atraerlo (o mantenerlo a tu lado) utilizando armas, gestos y palabras que a ti te incomodan, sólo porque piensas que a él le van a gustar. En esto de la seducción tenéis que disfrutar los dos del juego. Tenlo siempre presente.
El segundo round
“Este juego está más claro al iniciarse la relación, comenta la experta, cuando la pareja se está conociendo y descubriendo. Pero con el tiempo, se abandona un poco. Sin embargo, deberíamos jugarlo más a menudo para mantener la tensión sexual y la pasión”. No a todas horas, claro (sería realmente agotador), pero él (como tú) necesita confirmar que continúas queriéndole y deseándole sexualmente. Por ejemplo, si estáis cenando en casa de sus padres o de los tuyos, mándale un mensaje diciéndole cuantas ganas tienes de llegar a casa para desnudarle lentamente, besarle todo el cuerpo y… O, una mañana antes de que salga de casa, métele en el bolsillo de la chaqueta una nota especificando lo que más te ha gustado de la noche anterior y subrayando que estás deseando repetirlo esta noche. Le encantará y no dejará de pensar en ti todo el día.
La tercera parte
Si ya llevas tiempo de vida en pareja, se impone pasar a una seducción más explícita. “La mayoría de los hombres se manejan mal con las sutilezas –nos comenta la psicóloga- y necesitan palabras y gestos específicos y hasta provocadores”. Por ejemplo, en el coche, dile que no puedes esperar a llegar a casa porque le deseas, ¡ya! y lánzate sobre él. ¿Estáis bailando? Pégate mucho a él para que sienta todo tu cuerpo y susúrrale al oído lo que vas a hacerle (y lo que quieres que él te haga a ti) cuando estéis en la cama. Abrázale a menudo, pero también exprésale que le deseas tocándole los genitales cuando pasa junto a ti. Y pídele esas cosas que te excitan en la cama: él valorará mucho qué seas directa y le des detalles de lo que te gusta (y lo que no).
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