Aligerar las piernas pasa irremediablemente por controlar la alimentación y el peso y por evitar el sedentarismo.
Tanto el exceso de peso como el estreñimiento favorecen las molestias en las piernas, por lo que caminar diariamente o practicar ejercicio suave como la natación resulta muy recomendable a la hora de favorecer el tránsito intestinal y la circulación sanguínea. Otras pautas que te ayudarán a sentirte ligera son una correcta hidratación, una higiene postural adecuada y el uso de ropa holgada y de calzado idóneo.
No te olvides de…
- Ingerir agua abundante, fruta y verdura para mantener una buena hidratación.
- Realizar actividades deportivas acordes con tu capacidad física. Las más indicadas son andar, correr, nadar o ir en bicicleta.
- Controlar el peso y tomar fibra para mejorar el tránsito intestinal.
- Ducharte con agua templada y acabar con un masaje con agua fría en sentido ascendente. Mejor ducha que baño.
- Utilizar crema hidratante después de la ducha para mantener la piel nutrida y elástica.
- Alejar las piernas de fuentes de calor directa (estufas, mantas eléctricas…).
- Dormir con las piernas un poco elevadas, unos 15 cm. No pases mucho tiempo con las piernas cruzadas y tenlas en alto siempre que puedas.
- Utilizar silla con respaldo para mantener una postura adecuada. Si trabajas sentado utiliza un reposapiés.
- Utiliza medias de compresión, sobre todo durante el trabajo.
- Vestir ropa cómoda y no muy ajustada. Usar zapatos con tacón de 2-3 cm y andar descalzo cuando la ocasión lo permita.
- Efectuar movimientos de presión (punta-tacón) contra el suelo si vas a permanecer mucho tiempo sentado o de pie.
- Antes de acostarte, efectuar un suave masaje circular en piernas y tobillo, siempre de abajo a arriba con una crema para la circulación.
- No permanecer quieto o sentado largos periodos de tiempo y haz con frecuencia ejercicios sencillos para favorecer la circulación venosa.
- Evitar los ambientes muy calurosos.
- Evitar el alcohol y el tabaco.
VARICES: atácalas en invierno
Las varices son dilataciones segmentarias y permanentes de las venas superficiales, desde las más pequeñas o estéticas, como las llamadas arañas o telangiectasias, a las varices de mayor calibre o médicas, como las reticulares, colaterales y tronculares.
Tal y como explica el doctor Agustín Arroyo Bielsa, jefe de servicio de la Unidad de Angiología, Cirugía vascular y endovascular en el Hospital Vithas Nuestra Señora de América, “aunque para muchas personas las varices son asintomáticas, en otras su evolución puede ocasionar problemas asociados”. Las complicaciones más comunes son tromboflebitis, trombosis venosa o varicorragias, es decir, sangrados en la piel. El doctor Arroyo Bielsa también detalla que pueden producirse otros cambios en la piel “lo que técnicamente se llama dermatoesclerosis, que consiste en un endurecimiento de la capa fibrosa de la piel”. Según el experto, ésta puede observarse porque “la piel coge un color marronáceo, puesto que lo que ocure es que la piel pierde ocigenación y en su estadio final lo que puede suceder es que o bien de forma espontánea, o por cualquier roce, se provoque una úlcera de muy difícil cicatrización”. De esta manera, “la variz va dejando unos cambios en la piel, que se va endureciendo y esos cambios ya son irreversibles, por ello cuanto antes se consulte para buscar solución a las varices, más fácil va a ser intervenir y menos problemas van a generar”, insiste el doctor Arroyo Bielsa.
¡En quirófano!
A la hora de operar hay que tener en cuenta si se trata de varices estéticas o médicas, ya que “en las varices estéticas sí que es verdad que el calor hace que la intervención sea menos efectiva, y también está el problema de las manchas, por lo que el momento ideal a principios de la primavera”. Después de la operación hay que llevar durante varias semanas medias de compresión. Igualmente, de cara al postoperatorio, también hay que tener en cuenta medidas posturales, como no estar de pie parado, ni mucho tiempo sentado en la misma posición, aunque tras el mismo, se puede llevar una vida totalmente normal.
Las varices pueden conllevar complicaciones médicas como tromboflebitis, trombosis venosa o varicorragias. Debido a los efectos del sol y del calor, la mejor época para la intervención es antes de la primavera.
La naturaleza despensa para el alivio
-Vid roja: planta rica en taninos y vitaminas A, B1, B5, B6 y C. es un excelente tónico que protege los capilares sanguíneos y mejora su funcionamiento.
-Rusco: contiene saponósidos (Vitamina P) con efecto antiinflamatorio y antiedematoso.
-Hamamelis: importante vasoconstrictor y tónico venoso. Regula la circulación gracias a su contenido en taninos y flavonoides. Así mismo disminuye la fragilidad capilar.
-Castaño de indias: sus flavonoides y taninos impiden la formación de las varices. Además es vasoconstrictor y fluidificante sanguíneo.